La Secretaría de Salud federal emitió una alerta epidemiológica ante el aumento acelerado de casos de tosferina en el país, que ha comenzado a reflejarse con especial preocupación en la Península de Yucatán, donde ya se registran contagios en los tres estados de la región. La enfermedad, conocida por afectar principalmente a menores de edad, está asociada a un riesgo alto cuando no se detecta y no se trata a tiempo.
Hasta la fecha Yucatán concentra 22 casos confirmados, seguido de Campeche con 10 y Quintana Roo con 7, para un total de 39 diagnósticos en la Península. La expansión del brote ha sido rápida, considerando que los reportes se han acumulado en apenas seis semanas, lo que ha llevado a las autoridades de salud a intensificar los protocolos de vigilancia epidemiológica.
Uno de los datos que más preocupa a las autoridades es el aumento de la letalidad, particularmente en Campeche, donde la enfermedad ha tenido consecuencias más graves. Especialistas vinculan este repunte a la baja cobertura de vacunación en menores de edad, que se agravó tras la pandemia de COVID-19, cuando muchos esquemas básicos de vacunación fueron interrumpidos.
Además de los rezagos en el acceso a los servicios de salud, se ha identificado un aumento en el escepticismo por las vacunas, lo que ha contribuido a la reducción de la inmunidad colectiva. Ante este panorama, la Secretaría de Salud exhorta a estar atentos a los síntomas, entre los que destacan tos persistente, dificultad para respirar y fiebre, y acudir de inmediato a las unidades médicas para recibir atención.
Como respuesta, los gobiernos estatales y federales trabajan en la revisión y fortalecimiento de las campañas de vacunación, particularmente en comunidades rurales y zonas marginadas. También se refuerzan las estrategias de detección oportuna, notificación inmediata y tratamiento adecuado, con el objetivo de proteger a la población infantil y evitar que el brote se convierta en una emergencia mayor de salud pública.